La mayoría de los usuarios tienen la idea de que al cerrar aplicaciones, disminuye el trabajo del equipo y por ende se ahorra consumo de batería; sin embargo, para la plataforma de Apple es todo lo contrario, ya que al cerrar aplicaciones se produce un efecto contrario y se consume un mayor porcentaje de la batería en tu equipo.
Esta creencia se hizo popular, debido principalmente a que los equipos de PC personales trabajan en base al número de procesos que esten realizando, osea, entre más tareas realicen más será el esfuerzo y consumo energético del hardware. Sin embargo, la plataforma de iOS gestiona sus recursos de una forma totalmente diferente, debido a que al cerrar una aplicación, esta se elimina de la memoria RAM y al volverla a abrir se exigirá de nuevo recursos para completar esta petición; por ello, iOS cierra automáticamente sus aplicaciones, para que el usuario no deba hacer esta tarea y si la realizas, solo provocas que el dispositivo realice la función dos veces.
Así que, para poder conservar la energía de nuestra batería en iPhone o iPad, no es recomendable cerrar aplicaciones manualmente, si no que debes dejar que la misma plataforma gestione sus recursos de acuerdo a sus necesidades y peticiones.